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Es un gran día en Disneylandia, pero el gilipuertas de Goofy lo arruina todo cuando se le olvida la llave dorada, y las 6 llaves que sirven como alternativa para abrir el castillo de ¨La Cenicienta¨ no tiene ni idea de donde las ha dejado.

Mickey, Donald y Goofy, tras una breve charla, son tan subnormales que deciden dejar dicha tarea para un pobre y desgraciado niño de 7 años que solo pasaba para que Mickey le firmará un autógrafo. La pregunta es ¿Quien es tan gilipollas como para obligar a que un niño de 7 años a enfrentarse contra piratas pedrastras violadores, fantasmas con ganas de conseguir un compañero más, pistas de karts donde tus adversarios tratan de hacer que sufras un accidente que te puede matar, una vagoneta que puede caerse al vacío y una nave espacial donde tiene que seguir las indicaciones de un idiota que no tiene ni idea de pilotaje de naves espaciales por unas putas llaves de mierda que de seguro que no se acabará el mundo en el caso de que no se recuperen, cuando podría el y sus amigos buscar por caminos separados las distintas llaves?

La verdad es que me es incapaz de entender la lógica de Mickey y de los creadores de este juego (Capcom U.S.A.), al igual que soy incapaz de encontrarle la gracia a ver como un niño sacrifica su vida por una panda de desgraciados que no le ayudan en ningún momento y ni siquiera le prestan un arma. Es más, el pobre niño tiene que coger velitas a las que debe lanzar a los malvados (solo en la fase de los piratas y de los fantasmas) en vez de poder usar la pistola que de seguro que Mickey guarda en su habitación.

La verdad es que paso de hablar de las atracciones, porque en la sipnosis se explica perfectamente lo que son, pero es de destacar que en la fase de piratas solo rescates mujeres y luego te venga un viejo a darte una llave. Ya podrían haberselo curado más en los sprites.

La única parte que voy a hablar del juego es el trivial. Se supone que para conseguir la última llave debes hablar con una pandilla de subnormales que se creen la hostia por saber un montón de Disney (oh, que increible (notese la ironia)), y nos harán preguntas que nos harán replantear si en verdad este juego va a adrezado a los niños. Preguntas tales como ¨¿Quien recibió el nombre de Musse Pigg en Suecia?¨. ¿Que coño les debe importar a los niños el nombre sueco de un personaje de ficción?. Todas las preguntas rozan el fanatismo y gilipollez extrema, dandonos a entender que bien, o este juego va adrezado a los supermegafanaticos de Disney (que dudo que existan), o bien en aquella época Disney se creia tan la hostia que pensaban que cualquier cosa relacionada con ella se sabia de pe a pa por parte de los niños. ¡Una mierda!.

Tras conseguir las llaves, pense que me iba a encontrar con un final en el que se veia el puto desfile, pero en su lugar me encontré con la misma cara de agilipollado y misma posición de manos que pone Mickey en la diapositiva final del juego.

Pero en fin, bromas aparte, el juego a mi juicio es simple y entretenido y en algunas ocasiones hasta puede llegar a resultar ser un reto. Pero al final no va más allá que un torpe intento de tratar de meter en la cabeza de los niños la genial idea de putearles a los padres para que les lleven a Disneyland, Disneywold o como mierdas se llame.

Por lo demás se puede ver como una simple curiosidad. A destacar sus cuidados gráficos y su música.

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